El misterio del tiempo

Desperté en la noche sin poder dormir. La noche anterior me había quedado a ver una película de la mitología griega, en ella salía Quimera. Esta bestia es un monstruo que tiene tres cabezas, una de león, una de cabra macho y de una serpiente. Escupía fuego y tenía el cuerpo de dragón.
Intenté dormir acariciando mi suave pelo negro. Mis ojos verdes se podían ver desde la ventana. Pensaba en lo que podría pasar si esa bestia volviera por alguna causa a el presente. Temía esa posibilidad, así que pensé en otras cosas, al menos lo intenté pero no podía. Era demasiado difícil dejar de pensar en esa extraordinaria bestia. Al final acabé por dormirme.
A la mañana siguiente desayuné, como era lo normal y me fui al colegio, como era lo normal. Bueno en resumen, el día fue de lo más normal. Pero algo diferente paso aquel día. Se escucharon ruidos por el pasillo y nadie había, aparecían huellas extrañas por la escalera, se incendió un extintor...
Llegué a pensar que era aquella bestia pero me recuperé de aquel pensamiento y me dije a mi misma. “¡Vamos, es imposible!”. Entonces vi algo, más bien una silueta y me di cuenta de que estaba en lo cierto. Algo había traído a esa bestia aquí, al presente. Miré por la ventana y vi como no solo Quimera, si no que también todas las bestias de la mitología griega. Al principio a mi profesor le pareció una broma pero al verla, se dio cuenta de que no mentía. Nos dijo que nos quedáramos aquí, que ninguna bestia había entrado. Entonces reaccioné:
-¡Si nos quedamos moriremos, Quimera está dentro! –grité
El profesor se asombró tanto que casi se cae de rodillas al suelo. Él sabía que era la bestia más temible de todas. Nos miramos unos a otros y muchos de ellos perdieron la cabeza. Pero yo no. Sabía que esto no era real, así que salí fuera sin que nadie me viera y empecé a buscar a esa fiera. No fue difícil siguiendo el rastro de sus huellas. Me entraban escalofríos de vez en cuando al recordarla. A veces sentía dentro de mí que esto era una estupidez y que si seguía lo único que conseguiría sería morir. Pero no hice caso a eso y continué. Era imposible que una bestia mitológica existiera y que hubiera vuelto al presente. Era un sueño o alguien había echo eso. Escuché un ruido y descubrí que delante de mí estaba aquella enorme bestia.
Sabía que era grande y espeluznante pero no sabía cuanto. Me quedé observándola sin hacer ruido.

Pero algo hizo un ruido tremendo y Quimera despertó. Me miraba con rabia. Sabía que iba a morir enseguida pero por alguna razón no fue así. Intenté alejarme pero este me rugió, me acerqué pero también me rugió. No sabía que hacer así que me quedé en medio y Quimera se durmió de nuevo. Estaba confusa lo más normal es que me hubiera comido o que hubiera dejado que me fuera pero no fue así. Me acerqué poco a poco mientras esta dormía. No se daba cuenta, mis pasos eran cada vez más y más ligeros. Llegué hasta su cara e intenté tocarla. Quimera se despertó, creía que me había quedado sin mano pero me volvía a equivocar, acercaba la cara para que lo tocara. Era increíble, tenía miedo dentro de mí pero sentía algo que me decía que no era tan estremecedor al fin y al cabo. Me alejé mientras repetía suavemente
-Ahora vuelvo...
Se me quedó mirando y me esperó hasta que volví, le ofrecí mi bocadillo y sonrió, como si fuera un perro. Se hizo de noche enseguida, ya que era invierno y como no podíamos salir, me dormí pero enseguida me volví a despertar, tenía frío.- Quimera me vio temblando y se acercó suavemente a mí y me acurruqué sobre su suave piel...
Desperté de repente y me sorprendí por estar allí con Quimera. No recordaba lo que pasó ayer. Cuando aquel ser despertó, lo recordé todo. Intenté llevarla a la clase para decirles a todos que no se asustaran pero no quería moverse. Había algo que preocupaba a Quimera. Escuché un ruido en la ventana y miré por ella. Habían salido más seres mitológicos y averigüé que salían de un agujero que había allí, aparte de esos seres mitológicos, salían también dioses, como Zeus, plantas que ya no existen y animales que se habían extinguido. Si ese agujero llegara a sacar tantas cosas hasta pasar de la prehistoria estaríamos perdidos. Desperté del todo a Quimera y ella me miró mal. La moví todo lo que pude hasta la ventana y esta vio el agujero. También se sorprendió al ver lo que salía de él. Se levantó y la llevé a la clase. Cuando entré uno de los alumnos gritó:
-¡Estamos muertos!
-¡No!- grité mientras los demás estaban apunto de perder la cabeza, todos pararon y me miraron- aunque parezca una bestia asesina y mortífera no lo es, es algo así como un perro, por decir algo y está más asustada que vosotros. Si conseguís mirar a la ventana veréis que hay un agujero enorme que esta sacando a bestias por él. Si consigue sacar a los dinosaurios si que estaríamos perdidos. Así que hacedme caso y parad por favor.
Todos me miraban como si fuera un bicho raro pero se sentaron y conseguí calmarles. Estaba cansada de tanto ajetreo así que deseaba acabar con esto lo antes que pudiera. Observé como Quimera me miraba rara pero descubrí que no me miraba a mí si no a la ventana. Alguien se la había dejado abierta y un bicho se había colado.

La reconocí al instante, era un grifo. Sus garras eras tan afiladas que podían matar a una persona. Les dije a todos suavemente:
-No hagáis ruido...
Todos callaron observando a la hermosa criatura, eso si peligrosa. Aquella bestia salió por donde había venido. Todos creían, al igual que yo, que esto era un sueño pero yo ya sabía que no lo era. Entonces pensé que si cerraba el agujero y dentro de él se iban todas las bestias, Quimera también lo haría pero era un riesgo a correr. Me abracé a Quimera y ella me miró cariñosamente, sabía lo que significaba. Quimera desconfiaba de todos los demás pero de mí es como si fuera una cría. Cuando vi como todas aquellas bestias vivían en nuestro mundo, observé la belleza de cada una de ellas. Decidí sigilosamente salir para intentar una cosa. Me intenté subir a lomos de Quimera, ella se dejó. Le dije suavemente a la oreja unas palabras y ella levantó el vuelo. Salí por la puerta principal a lomos de ella y observé toda mi ciudad desde aquella distancia. Todo era, como decirlo, más pequeño. Pero había algo que no lo era y me refiero al agujero, al contrario, cada vez era más grande y por él salían bestias más grandes. Observé como todas las bestias mitológicas, bueno casi todas, habían salido. Entre ellas me fije en unas:
Era Lerna, una de las bestias que Heracles mató. Más allá también estaban yeguas de Diómedes, El cerbero de los infiernos y más
Estas bestias eran peligrosas así que debía hacer algo...
Continuará…

como molaba!!!

aber si la proxima vez salen crepsly ayako tu y yo eehh!!

crepsly: eso!¬¬

ayako: por fin estamos de acuerdo en algo cresply ¬¬

-ke era broma ella ara lo ke kiera ¬¬

muy guay la history amiga , me encantan tus historias!!!!!!!!!!!!!! :P

son las mejores arriba tetooo (Y)